El amor es el ingrediente principal de las recetas tradicionales que se elaboran en los Pueblos TurÃsticos del campo bonaerense. Comidas que llenan el alma por la historia que tienen detrás, y producen una fiesta de sabores en el paladar.
Las pequeñas localidades de Pipinas en Punta Indio, Villa LÃa en San Antonio de Areco y Azcuénaga en San Andrés de Giles invitan a un recorrido a través de los sabores y aromas que forman parte de su patrimonio cultural.
Carnes con aroma a leña
En el kilómetro 155 de la Ruta Provincial n° 36, en el pueblo de Pipinas, se encuentra el “Carrito de la 36”, una clásica parada para los visitantes porque mantiene la tradicional cocción de las carnes con leña al asador.
La propuesta gastronómica que comenzó hace 35 años como un carrito al paso, se transformó en restaurante y ofrece una amplia carta de platos. “Tenemos variedad de sandwiches con las mejores carnes al asador y nuestro matambre arrollado condimentado es único en la zona”, destacó Victoria Costas, una de las impulsoras del establecimiento.
Además de la gastronomÃa, en Pipinas se puede disfrutar del Museo a Cielo Abierto (MAPI) y del sendero de la chimenea “El gigante, cenizas del recuerdo”, dedicado a la fábrica cementera que dio origen al pueblo. Otro de los atractivos es el circuito educativo, cientÃfico y tecnológico, vinculado al Polo Espacial de Punta Indio y el Tronador II.
La localidad, ubicada a 157 km de la capital, tiene ingreso por la Ruta Provincial N° 36, a la altura del km. 155, o por Ruta Provincial N° 11, desde donde se puede recorrer la ciudad de Verónica, cabecera del partido de Punta Indio.
Comidas artesanales con productos locales
Villa LÃa es un pintoresco poblado rural de inmigrantes que conserva el encanto tÃpico de la década del treinta, con sus casonas y edificios antiguos.
Frente a la plaza principal se encuentra “Las Argibay”, un restaurante que ofrece comidas caseras preparadas con productos locales. El guiso de lentejas que se elabora allà es el plato estrella por el que los comensales siempre desean volver. “Lo preparamos inclusive en pleno enero”, afirmó Luz Argibay, una de las dueñas del establecimiento.
“Nuestro guiso lleva varias verduras, carne de vaca, panceta salada, panceta ahumada y chorizo colorado. En el pueblo tenemos una fábrica de chacinados, por eso decimos que tiene los sabores únicos de Villa LÃa”, detalló. Los comensales también se deleitan con los canelones preparados en vasijas de barro, las clásicas empanadas de carne fritas y el matambrito de cerdo a la pizza.
A sólo 131 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires se encuentra el lugar perfecto para descansar y disfrutar de la gastronomÃa. Para acceder se viaja por Ruta Nacional N°8 hasta la ruta Provincial 41 y, en dirección a Baradero, luego de 18 kilómetros se llega al pueblo.
Exquisiteces de campo
El poblado de Azcuénaga, municipio de San Andrés de Giles, es una postal de la vida rural bonaerense. Soñadas arboledas, callecitas de tierras, construcciones del siglo pasado y personas de andar cansino y sonrisa amable recorren sus veredas.
Hacia finales del siglo XIX y principios del XX, llegaron a la entonces estación de trenes inmigrantes de distintos paÃses que dejaron su huella en las costumbres del poblado.
Azcuénaga tiene antiguos restaurantes en los que se pueden degustar panzottis, canelones, ñoquis y tallarines caseros, carnes asadas y -para el postre- pastelitos y buñuelos tradicionales.
Otro producto tÃpico local es la galleta de campo con queso y salame que siempre va acompañada de un mate recién preparado.
Desde la capital federal se llega por Acceso Norte, Autopista Panamericana, ramal Pilar, ruta 8 hasta el km 99.
Los pueblos de la provincia de Buenos Aires son un puente para la relajación, el disfrute de la comida casera y en encuentro con la calidez de sus habitantes que esperan a los turistas con la hospitalidad y el cuidado de las medidas sanitarias.