La Dirección Ejecutiva informó que ya está habilitado el ingreso de familiares a las residencias de larga estadía de la Ciudad de Buenos Aires y la Provincia de Buenos Aires, una situación sanitaria que es posible porque las personas residentes ya tienen el esquema de vacunación completo contra el COVID-19.
“Agradezco a las y los trabajadores de PAMI que, sorteando sus propios miedos, recorrieron todas las residencias de la Provincia de Buenos Aires e hicieron una tarea titánica para vacunar y cuidar a las personas mayores”, destacó la directora ejecutiva de PAMI, Luana Volnovich.
El gobierno porteño y el gobierno bonaerense abrieron las visitas en las residencias, que desde marzo de 2020 tenían restringido el ingreso de familiares para evitar el contagio de COVID-19. Para hacer efectiva la medida, PAMI diseñó un protocolo de visitas cuidadas, que contiene los lineamientos generales que se deberán cumplir.
“Las personas mayores fueron las que más se cuidaron durante el confinamiento. Y nosotros desde PAMI implementamos el programa Residencias Cuidadas para monitorear y acompañar a las y los residentes en este año y medio tan particular. Ahora, con el esquema de vacunación completo, podemos volver a abrir las puertas para que vuelvan a encontrarse con sus seres queridos”, dijo Mónica Roqué, secretaria general de Derechos Humanos, Gerontología Comunitaria, Género y Políticas de Cuidado.
La coordinadora de Epidemiología y Riesgo Sociosanitario de PAMI, Yanina Miragaya, recomendó que los encuentros se realicen al aire libre o en espacios donde no haya una gran circulación de personas para evitar aglomeramientos. “Es muy importante que quienes ingresen tengan al menos una dosis de la vacuna y no recomendamos el ingreso de personas que no están inmunizadas”, dijo.
PAMI cuenta con cinco residencias de larga estadía propias, y por convenio, tiene contrato con otras 563 prestadoras privadas, donde viven 22.000 personas. El protocolo de visitas cuidadas rige para las jurisdicciones que permitan el ingreso de familiares, ya que la obra social no tiene gobernabilidad sobre las prestadoras.